Resumo
Development and integration of technologies to save irrigation water in two fruit-producing regions in Chile.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el 70% del agua dulce a nivel mundial es utilizada por la agricultura y considerando que Chile es uno de los principales productores de fruta que exporta a todo el mundo, el Estado, a través de los Fondos de Innovación para la Competitividad (regiones de Atacama y O´Higgins) le encomendó al Centro Regional de Estudios Agronómicos de la Universidad de Chile (UCHILECREA), desarrollar una estrategia para enfrentar la escasez hídrica, ahorrar agua de riego a nivel predial y en lo posible, permitir mejorar los rendimientos, calidad de la fruta y el potencial productivo de los huertos frutales. A partir del año 2007, se inició en la Región de Atacama un estudio de nuevas tecnologías que permitieran abordar, en forma eficiente y objetiva, el manejo del recurso hídrico a nivel predial, como complemento a los esfuerzos de inversión pública que realizaba el Estado a nivel extra-predial o de cuenca. Una vez generado y validado el conocimiento en unidades pequeñas, se implementó un programa de transferencia tecnológica en todo Atacama, ampliándose el año 2011 a la Región de O´Higgins, lo que incluyó el uso de sondas de capacitancia para el monitoreo de la humedad en el suelo de lectura discontinua en calicatas (TDR100, POGO, WET Sensor), en tubos de acceso (Diviner), de lectura continua (Enviroscan, Hydra Probe) y telemetría (Plus y plataforma Wiseconn). El control se complementó con el uso de la bomba de presión tipo Scholander móvil modelo Pump-up, usando valores de potencial xilemático relacionados con el déficit de presión de vapor como criterio de toma de decisión. Se logró instaurar la importancia del recurso hídrico y la incorporación de tecnología en el manejo agrícola, logrando ahorros de entre 20 a 50 % del uso de agua de riego, con una disminución proporcional de energía eléctrica, incrementando el potencial productivo y calidad de fruta. En muchas ocasiones, se estima equivocadamente que el éxito de un programa como éste depende solamente del acceso a nuevas tecnologías o al conocimiento generado por investigación de alto impacto, sin embargo, la experiencia ha demostrado que en la agricultura es fundamental complementar lo anterior con la adaptación a la realidad local, validación en terreno, transferencia tecnológica permanente, conocimiento práctico y respeto por la cultura en donde se enmarca la intervención.