Resumen
Dentro de la Cordillera Central de la República Dominicana está situado el Parque Nacional Valle Nuevo, el cual ocupa una superficie de 910 km2 y tiene elevaciones que alcanzan los 2,837 metros sobre el nivel del mar (msnm). Desde Valle Nuevo nacen los ríos Yaque del Norte, Yaque del Sur, Yuna, Nizao, Blanco, Tireo, Grande, Blanco y Las Cuevas. Estos ríos alimentan presas e hidroeléctricas, acueductos, así como sistemas de riego. Debido a esto, Valle Nuevo tiene una importancia vital para la seguridad hídrica, la seguridad energética y la seguridad alimentaria de la República Dominicana. Valle Nuevo ha sufrido del impacto de las actividades humanas durante décadas, como son: la deforestación y agricultura en zonas de laderas y cumbres de montañas, la construcción de pozos de agua subterránea, y la construcción de represas e instalación de bombas para la toma de agua de los ríos. Debido a esto, se desarrolló un proyecto en cuencas cabeceras de tres ríos (Rio Grande, Rio Nizao y Rio Las Cuevas), a fin de introducir y adaptar el método alemán de evaluación hidromorfológica (LAWA-OS). La evaluación se realiza usualmente a través de una inspección visual in situ. Los cauces o corrientes superficiales se dividen en segmentos y se evalúan diversos parámetros predefinidos. Como forma de complementar el método tradicional, el proyecto incluyó el uso de tecnologías emergentes como herramientas de trabajo. En total se utilizaron y probaron cinco tecnologías que incluyen: i) sistemas de información geográfica (SIG), para el manejo de los datos espaciales, ii) sistema ODK Android, para apoyar la colecta y el envío de los datos; iii) vehículos aéreos no tripulados (UAV) o drones, para la inspección de zonas de vegetación densa y difícil acceso; iv) sensor de medición de caudal en ríos (método de dilución), para definir zonas prioritarias en base al caudal de aporte; y finalmente v) cámaras térmicas para visualizar arroyos secos (temporales) en zonas de vegetación densa. Los resultados muestran el potencial que ofrecen las tecnologías emergentes para preparar la información cartográfica necesaria, para apoyar la captura de datos en campo y/o la inspección visual, y para definir áreas prioritarias para los trabajos posteriores de renaturalización y protección de ríos. Los SIG permitieron mejorar con alta precisión el trazado de ríos y arroyos, así como exportar a equipos GPS la ubicación de los puntos de inicio de cada tramo. El sistema ODK para teléfonos inteligentes permitió la creación de un formulario en formato digital con todos los parámetros individuales en el formulario original, además agregar el valor (puntuación) de cada opción e incluir las fotos de los tramos. La captura de imágenes con drones permitió cubrir casi un 50% del total de tramos trabajados, lo que permitió implementar el método en áreas de difícil acceso. Finalmente, la medición de caudales con el sensor Easyflow, así como la utilización de cámaras térmicas ofrecen nuevas oportunidades para ayudar al método tradicional.