Resumen
Organization participatory model for the integrated water resources management at Tapenagá river basin.
En la provincia del Chaco, República Argentina, se conformaron organizaciones de productores y pobladores rurales, que tenían como propósito el manejo del agua y el suelo en sus jurisdicciones, denominadas: Comisiones de Manejo de Agua y Suelo (COMAS). En la subcuenca alta del Río Tapenagá, un área de intensa actividad agrícola, se conformó una de ellas identificada como: COMAS 21-Colonia Bajo Hondo. Esta Comisión funcionó entre 1982 y 1986, luego de lo cual se disolvió envuelta en conflictos entre sus mismos integrantes por irreconciliables discrepancias sobre las obras y acciones que ejecutaban, así como cuestionamientos a los manejos administrativos y contables. Desde entonces a la fecha, por inquietud e iniciativa de los propios actores, hubo varios intentos de reflotarla, pero ante los recelos y dudas que se generaron en caer nuevamente en los problemas de discrecionalidad y visiones sectoriales, que había generado aquella crisis, estos intentos fracasaron invariablemente. Asimismo, ante la reiteración de las inundaciones y los graves daños e inconvenientes que provocaban, y en respuesta a los persistentes reclamos de la población, el gobierno provincial construyó una extensa red de desagües en la cuenca. Finalizadas estas obras sobrevino un período de varios años caracterizados por una importante sequía en la región, lo que dio lugar a nuevas controversias debido a que las obras fueron concebidas solo con el objeto de evacuar agua y sin contemplar la posibilidad de incorporar obras de contención para retener el recurso en épocas de déficit. En este contexto, los distintos sectores de la producción con actividad en la cuenca, reclaman una gestión del agua que contemple las características y particularidades ambientales de la cuenca, e integre los intereses de todos los actores. Este trabajo presenta un modelo de organización de los actores, a partir de las denominadas COMAS, contempladas en la legislación vigente, pero introduciendo las modificaciones necesarias a efectos de incorporar a todos los actores y superar las falencias que provocaron su crisis, con el propósito de contribuir a la gestión integrada de los recursos hídricos. El modelo incorpora un segundo grado de organización, en el cual las COMAS se agrupan en subcomités en correspondencia con las subcuencas hidrológicas que conforman la cuenca. Estos subcomités a su vez, conforman un tercer grado de organización, el Comité de Cuenca, en un esquema integrador, sostenido en un proceso “de abajo hacia arriba” en el que, al tiempo que se promueve la participación y el enriquecimiento del proceso de gestión, se respetan los roles institucionales de los actores involucrados.